Historia de CAPPY, EL PERRO HÉROE

 CAPPY, EL HEROE 


Tommy se sentía muy feliz y orgulloso por ser el dueño de un perro terrier, que su tío, oficial del ejército, le había regalado. El nombre del perro era Capitán, pero Tommy lo llamaba afectuosamente “Cappy”. Cappy era grande y fuerte, pero tenía la pata delantera manca. Como Tommy prontamente explicaba a todos sus conocidos, Cappy no era un perro común. Había sido entrenado para actuar en la guerra y, según el tío Jack, nunca había fallado en el cumplimiento del deber. Un día, sin embargo, mientras hacía su trabajo, Cappy fue, herido. 

Y Tommy orgullosamente contaba la historia de aquel perro: “En su función de centinela, Cappy tenía que guardar la munición traída recien

temente a aquel lugar. Mi tío Jack dijo que los soldados y los perros guardaban, día y noche, aquel material. Una noche, Cappy estaba allí de guardia, y cerca se encontraba su colega de servicio, el soldado Barney. De repente, Cappy vio algo que se movía en la oscuridad. En aquel momento Barney se aproximó y notó que Cappy estaba completamente tieso, atento, con los pelos erizados. De inmediato el soldado miró en la misma dirección y también vio borrosamente una figura que se aproximaba. Entonces se puso detrás de una pila de cajas de municiones, para vigilarla, y Cappy permaneció inmóvil donde estaba. Durante un momento el bulto desapareció, pero luego volvió a aparecer, y de un salto atravesó el espacio abierto, dirigiéndose hacia la pila de municiones. Como un relámpago, Cappy saltó sobre el hombre y lo derribó. Barney se abalanzó rápidamente, y hubo una lucha en la cual el perro fue alcanzado en la pata por el tiro de un revólver, pero así mismo continuó luchando”. 

Aquí Tommy hizo una pausa mientras acariciaba la cabeza de su querido perro. Entonces continuó: 

“Mi tío Jack me contó que posteriormente se descubrió que se trataba de un enemigo, cuya intención era hacer explotar toda aquella munición. ¡Y fue Cappy quien echó a perder el plan del enemigo!” 

Mientras esta historia era contada y repetida muchas veces, Cappy no mostraba ninguna señal de haber sido el héroe. De hecho, sabemos que él no se sentía un héroe, pues había hecho todo en cumplimiento del deber. 

Un gran afecto se desarrolló entre Cappy y Tommy, y és te sentía una profunda admiración por el perro cuya bravura y obediencia al entrenamiento que le había dado el ejército demostraron ser tan valiosos. 

—Yo creo, mamá —dijo Tommy un día—, que si alguien no aprende a obedecer jamás podrá pedir que alguien lo obe

dezca, y no valdrá mucho para su patria, no valdrá ni la mitad del valor de Cappy. 


Después de eso, la madre de Tommy nunca más tuvo necesidad de reprender a su hijo por desobediencia. 


- El cuento de Cappy, es una historia maravillosa para meditar y pensar en lo valioso de un animal cuando las personas compartes amor.


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