La compasión de Alida
«Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.» Lucas 6:36 nvi
Bombardeos. ¿Has pensado cómo sería si todas las noches al acostarte escucharas bombardeos y todas las mañanas al despertarte escucharas lo mismo? Esa es la suerte de miles de niños en Siria. Los más pequeños no conocen otra vida, porque desde que nacieron solo ha habido guerra. No hay cifras
exactas; pero se estima que más de 10.000 niños han muerto y muchísimos han quedado huérfanos.
Alida es una niñita sueca, la sobrina nieta de Tía Margarita. Ella oyó hablar de los niños de Siria y empezó a orar por ellos. Su corazón se llenó de compasión.
También por los niños de Iraq.
–Mamá –dijo Alida–. Amo mucho a los niños de Siria e Iraq. Quiero ayudarles.
¿Qué puedo hacer?
EN BICICLETA A SIRIA E IRAQ
Alida y su mamá conversaron.
–Voy a ir en bicicleta a Siria –dijo Alida–. Llevaré mis ju guetes para regalar a los niños.
Alida es pequeña y no comprende aún las distancias. Llevaría mucho tiempo montar en bicicleta desde Suecia a Siria; pero sí se puede hacerlo. Sería un viaje muy largo para una niña de cuatro años.
Para llegar de Suecia a Siria en bicicleta, Alida tendría que pasar por Dinamarca, Alemania, Austria, Hungría, Serbia, Macedonia, Grecia y Turquía. Si tienes un mapamundi, bus ca Suecia en Europa y traza la ruta que tuviera que seguir Alida. Siria está en el Oriente Medio y limita con Iraq.
ALIDA SIENTE MUCHA COMPASIÓN
Como Alida no puede ir a Siria e Iraq, ha decidido hacer algo por los niños de allá. Ella siente mucha compasión por todos los que sufren debido a la guerra. Antes de hacer cualquier cosa, Alida ha estado orando por los niños que han perdido su hogar y sus padres debido a los conflictos en esa zona. Ya son 14 millones de niños afectados.
Alida no comprende cuánto es 14 millones. ¿Puedes tú contar hasta esa cantidad? Digamos que cuentes rápido y pudieras contar hasta 100 en un minuto. ¿Cuánto tiempo demorarías en contar hasta un millón? Practica tus conocimientos de la tabla de multiplicación para sacar la respuesta. Después, multiplica esa suma por catorce. ¿Cuánto tiempo demorarías en contar hasta 14 millones?
JESÚS SALVADOR
Alida no puede ayudar a todos esos niños. Solamente para contar a cada uno llevaría semanas y meses. ¿Recuerdas la historia del vaso de agua que dio Nelly, la niña que pensaba que no tenía nada para dar?
Todos tenemos algo para dar.
Jesús es el único que puede ayudar a todos. Él murió en la cruz para salvarnos del pecado. Todos somos pecadores; pero podemos recibir a Jesús como nuestro Salvador y ser salvos. Jesús pagó el gran precio de su vida para salvarnos.
MUCHAS PULSERAS
Alida no puede montar en bicicleta a Siria e Iraq para ayudar a los niños; pero en su casa en Suecia ha hecho algo. Alida ha dibujado tarjetas para vender y ha hecho pulseras; muchas pulseras de hermosos colores. Alida ha vendido las pulseras y ha comprado lápices de color para regalar a los niños de Siria e Iraq.
EL PRÍNCIPE DE PAZ
Siria e Iraq quedan cerca del país donde vivió Jesús cuan do estuvo aquí en la tierra. Jesús ama tanto a los niños de allá como nos ama a ti y a mí. Jesús, el Príncipe de Paz, dio su vida para salvarlos también a ellos. Él vino al mundo para darnos su paz. Pero hay muchos hombres y mujeres que no aman a Jesús, que no quieren recibir la paz de Dios en su corazón. Por eso hay conflictos y guerras.
¿Quisieras unirte a Alida para orar por los niños de Siria e Iraq? Cerca de dos millones de niños sirios han tenido que dejar su hogar y su país. Se encuentran refugiados en el Líbano, en Turquía, en Jordania, y en otros países.
Muchos niños tienen que huir porque se les prohíbe creer en Jesús. No tienen permiso de reunirse para escuchar historias bíblicas. No pueden orar al Señor ni cantar alabanzas a su nombre. Ellos aman a Jesús tanto como tú lo amas, y están dispuestos a morir antes de negar su amor a Jesucristo.
ORA POR LOS NIÑOS DEL MUNDO
Alida ama muchísimo a los niños de Siria e Iraq. Además de orar por ellos ha hecho algo práctico. ¿Qué puedes hacer tú? Mira a tu alrededor. En todas partes hay niños que sufren. Pide a Jesucristo que te dé ideas para hacer algo por ellos. Ora a Dios por los niños del mundo que padecen debido a las guerras. Sé compasivo, como Dios tu Padre es compasivo.