Carta a mi padre
Querido papá:
Espero que estés bien y puedas volver pronto; aquí todos te extrañamos mucho. ¿Sabes? Desde que te fuiste no dejo de pensar en todos los lindos momentos que pasamos juntos. ¿Te acuerdas cuando fuimos al estadio a alentar a nuestro equipo y éste ganó? Qué felices estuvimos, cómo gritamos, cantamos, aplaudimos. Papá: ¿Te acuerdas de aquella vez cuando remodelamos juntos la cocina a mamá? ¿Te acuerdas cuando quise poner un clavo y al hacerlo me di un fuerte golpe con el martillo? Tú, al verme te acercaste rápidamente a mí y dijiste: Hijo, no te preocupes, juntos lo haremos y suavemente limpiaste la lágrima que corría por mi rostro. Qué bien me sentí, hasta me olvidé del dolor.
Ahora, papá, que hace un año estás lejos, te siento más cerca a mí. Espero que el tiempo pase rápido y puedas estar de regreso. ¿Sabes?, el ser el hermano mayor me hace ser cada día más responsable.
Papá, no te imaginas las ganas que tengo de verte, de abrazarte, de decirte que te extraño y que te quiero mucho. No veo la hora que estés ya de vuelta con nosotros.
¿Sabes, papá? Hace, unos meses estuve conversando con unos amigos acerca de qué les gustaría ser cuando sean mayores. No te imaginas, casi todos dijeron que aspiraban a ser como los personajes de novelas, películas, algo así como superhombres perfectos. Todos querían ser como aquel rico, amo y señor de propiedades, ser personas importantes, sobresalientes, personas que nunca se equivocasen.
Esto no lo vi mal por el deseo de superación, sino que me llamó la atención porque tal como se expresaban ninguno aceptaba imperfecciones. Todos querían ser perfectos y yo les pregunté: ¿Qué sucedería si no lograsen su propósito? ¿Por qué no querían permitirse ser sólo personas con grandes deseos de superación? Personas trabajadoras, luchadoras, que no les importen las piedras en el camino, sino tan sólo continuar su camino.
Querido papá, al escucharlos me preocupa hoy el mañana, porque yo sólo aspiro a ser como tú. Un hombre como todos, tener la oportunidad de vivir muchas experiencias, buenas y malas, pero al fin experiencias que me ayuden a enriquecer mi visión del mundo de hoy.
Papá, yo quiero caminar sin importarme resbalar y caer una o varias veces si es necesario, para comprender el significado de la vida, levantarme y continuar mi camino. Lograr lo que tanto deseo ser, un hombre de bien que anhela lograr sus metas sin necesidad de envanecerse, ni desvalorar las cosas simples de la vida. Tener una familia así como la tengo, darle amor y comprensión como tú y mi mamá nos lo dan.
Papá, cuando les digo todo esto a mis amigos ellos se ríen de mí. Me dicen que eso no es nada, que debo aspirar a tener mucho dinero, poder, sólo así seré sobresaliente, admirado y respetado. Que sólo así seré alguien en esta vida. Cuando ellos terminan de decir todo esto, yo sólo los miro y pienso qué difícil es hoy en día ser hombre. Papá, como quisiera que ya estés con nosotros y sobre todo estés a mi lado para que me orientes.
Tu hijo que te ama.
Adaptación