Yeso, ¿dónde estás?
Una mañana, Susanita salió a saludar a Yeso, su perrito, y no lo encontró.
–¡Papi, papi! ¡Yeso no está, entró gritando a la casa!
El papá salió corriendo y comprobó que el perro no estaba.
Martín y Simón, los hermanos mayores de Susanita, salieron a buscarlo en el jardín de la casa y en los alrededores. Pero no lo encontraron.
Las horas pasaron y el perrito no aparecía. Entonces la mamá sugirió hacer avisos.
Rápidamente sacaron unas fotos del perrito y escribieron una leyenda que decía: "Se busca a Yeso". Avisar a la familia Salazar. Pegaron los avisos en las calles cercanas y supermercados.
Después de almuerzo mientras la familia descansaba, sonó el timbre.
–Buenas tardes, soy Carlos y quiero avisarles que su perrito está en mi casa, y les tengo una sorpresa. ¡Vamos!
La familia fue de inmediato y encontraron a Yeso junto a una linda perrita que había tenido tres graciosos perritos.
–¡Yeso fue papá! Gritó Martín, y ahora ¿Cómo vamos a llevarnos a Yeso?
–Mejor esperemos a que vuelva solo a casa, dijo papá.
–Pueden venir a verlo cuando quieran, dijo Carlos, que es muy simpático y amable.
Adaptación