Josías, el niño rey
[Josías] se comprometió a seguir al Señor y a poner en práctica, de todo corazón y con toda el alma, sus mandamientos. 2 Crónicas 34:31 NVI
Cómo sería si el presidente de tu país fuera un niño? ¿Crees que eso sería posible? No, porque nadie elegiría a un niño para que gobierne el país. Pero en la historia ha habido niños gobernantes. Un niño rey fue Josías.
En la Biblia, en 2 Crónicas 34 y 35 puedes leer acerca de sus hazañas. O sigue leyendo aquí. Amón, el papá de Josías, y su abuelo, Manasés, fueron reyes malos, que no honraron a Dios. Su abuelo también fue un rey niño; comenzó a reinar cuando tenía doce años de edad. Pero su bisabuelo, Ezequías, fue un rey bueno, que amaba a Dios. En su vida pasó algo extraordinario.
LA ENFERMEDAD DE EZEQUÍAS
Ezequías se enfermó. Estuvo tan enfermo que iba a morir. Eso no es lo extraordinario. ¡Espérate y verás! El profeta de Dios, Isaías, fue a decirle: «Dios dice que pongas en orden los asuntos de tu casa porque vas a morir.» Ezequías se puso muy triste; no quería morir. Volvió su rostro hacia la pared y oró a Dios que lo sanara. La Biblia dice que el rey Ezequías lloró amargamente.
Entonces Dios dijo al profeta Isaías que regresara adonde Ezequías para decirle que Dios había oído su oración y visto sus lágrimas. Dios le daría quince años más de vida. Eso es extraordinario; pero no es todo. Seguramente Josías se admiraba cuando le contaban lo que pasó después.
EL RELOJ QUE RETROCEDIÓ
Dios le dio una señal para demostrar que iba a cumplir su promesa. En esos días tenían relojes solares. Leían la hora según la sombra del sol en el reloj. «¡Haré retroceder diez grados la sombra del sol!», dijo Dios. Eso es como si la hora en tu reloj se moviera hacia atrás sin que lo toques. ¡Exactamente eso pasó! La sombra en el reloj solar se movió diez grados hacia atrás. ¡Qué extraordinario!
La enfermedad del rey se debía a una llaga. El profeta Isaías dijo a los siervos del rey que le pongan una masa de higos en la llaga. Eso hicieron, y Dios sanó así al bisabuelo de Josías, y le dio quince años más de vida.
JOSÍAS OBEDECE A DIOS
Cuando Josías oía hablar de ese milagro y de todas las demás cosas maravillosas que Dios había hecho por su pueblo Israel, cosas que podemos leer en la Biblia, él sintió un deseo en su corazón de servir a Dios. En el relato bíblico acerca de Josías dice que él obedeció a Dios en todo, pues «siguió el buen ejemplo de su antepasado David».
Uno de los mandamientos de Dios es que no nos hagamos imagen. La gente no había obedecido a Dios en eso y por todo el país había altares e imágenes a dioses falsos. Josías ordenó que destruyeran todo eso hasta hacerlo polvo.
EL TEMPLO ESTABA EN RUINAS
Como la gente adoraba a imágenes y dioses falsos habían descuidado el templo de Dios. ¡El templo estaba en ruinas! Entonces Josías dio órdenes de que lo repararan.
Cuando estaban haciendo la reparación, el sacerdote Hilquías encontró el libro de la Ley, que Dios había dado por medio de Moisés. «¡Encontré el libro de la Ley en el templo de Dios!» dijo Hilquías a Safán, el secretario del rey.
Pronto Josías recibió la noticia. Y su secretario le leyó el libro. Cuando el rey escuchó la lectura rompió su ropa en señal de tristeza. Esa era una costumbre en esos días.
«¡Dios debe estar furioso con nosotros! –dijo Josías–. ¡No hemos obedecido lo que está escrito aquí!»
JOSÍAS LEE EL LIBRO DE LA LEY
Josías, entonces, quiso que todos oyeran las palabras del libro de la Ley de Dios. Mandó a llamar a los líderes de Judá y de Jerusalén, para que se reunieran en el templo con él. No solo a ellos llamó; toda la nación, desde el más joven hasta el más viejo, fue al templo. Allí, el rey mismo les leyó lo que decía el libro de la Ley de Dios que habían encontrado.
¿Qué más hizo Josías? Se comprometió a obedecer siempre los mandamientos de Dios, y mandó que todo el pueblo hiciera lo mismo. Desde el más chico hasta el más grande prometieron obedecer y cumplir la palabra de Dios.
Desde muy niño Josías tuvo la responsabilidad de gobernar al pueblo de Dios. Fue un rey bueno que destruyó todos los odiosos ídolos que había en el país, y ordenó a los israelí tas que adoraran solamente al Dios de Israel. Si tú fueras rey (o reina), ¿Cómo gobernarías?