Historia de cuarenta años en la India

Historia de cuarenta años en la India

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13


Juan, el discípulo a quien Jesús amaba, escribió en una de sus cartas que la alegría más grande 
para él era oír que sus hijos andaban en la verdad.

¿Amaba Jesús solo a Juan?

No, era Juan que escribía así de sí mismo. Tú y yo podemos decir igual. ¡Jesús ama a (tu nombre)! Desde que Guillermo Carey conoció al Señor Jesús y lo recibió como su Señor y Salvador quiso que otros también supieran que Jesús los ama.

¿Recuerdas que antes Guillermo era zapatero y que tenía un globo de cuero? En el globo marcaba con
diferentes colores los países del mundo. Poco a poco fue añadiendo detalles a su mapa. Su globo de cuero era como su segunda Biblia.

Además de zapatero Guillermo era profesor. También era pastor, predicador del evangelio. Pero no estaba contento con quedarse en Inglaterra. Guillermo sentía en su corazón que debía ir a la India para predicar de Cristo.

EL MISIONERO JABES

Guillermo ya había pasado casi 20 años en la India. Ahora tenía una gran alegría en su corazón. Su hijo Jabes, que nació cuando él y Félix se habían despedido para ir solos a la India, iba a ser misionero. La sorpresa que Dios les dio es que al fin viajó junta toda la familia. El bebito Jabes pasó de lo más bien el viaje de cinco meses en alta mar.

Había llegado una carta del Gobernador General de una de las islas de Indonesia. El gobernador le solicitaba a Guillermo que enviara allá un misionero. Jabes se había ofrecido voluntariamente para ir. Aunque era joven fue aceptado. Tenía novia, así que se casó, y fue dedicado para el ministerio por su padre y sus hermanos mayores.

«Ojalá yo pueda andar en tus pisadas hasta el fin de mis días», escribió Jabes a su padre en una carta desde Indonesia. Igual que el discípulo y apóstol Juan, Guillermo sintió alegría porque sus hijos andaban en la verdad. Félix, Guillermo y Jabes estaban sirviendo en la obra de Dios. 


LA BIBLIA EN 34 IDIOMAS

Hemos visto que Guillermo trabajaba en traducir la Biblia. Durante sus 40 años en la India dio la Palabra de Dios o porciones de ella en 34 idiomas. Cuando alguien le preguntó cómo había aprendido tantos idiomas, Guillermo dijo: «Nadie sabe lo que puede hacer, hasta que procure hacerlo.»

En la zapatería en Inglaterra Guillermo había estudiado griego y hebreo, francés, y otros idiomas; en la India estudió bengalés, indostano, sánscrito… uno tras otro los idiomas en que necesitaba traducir la Biblia. Al principio sus hijos le ayudaron porque ellos aprendieron rápidamente el bengalés. Para Guillermo la Biblia en el idioma de la gente era el mejor misionero, porque en la Biblia Dios habla al hombre.

Guillermo Ward era el encargado de las impresiones. Al tiempo que Jabes fue dedicado para la obra misionera tenían diez máquinas impresoras y casi doscientos empleados haciendo el trabajo de traducción e impresión.

EL JARDÍN MÁS HERMOSO

Guillermo amaba la Palabra de Dios pero también amaba la naturaleza. Durante sus años en la India plantó hermosos jardines. Hizo traer cientos de plantas que no había allí y en señó a la gente cómo cultivarlas. Para Félix y sus hermanos fue una alegría aprender todas las maravillas de la naturaleza que su padre les enseñaba. Alguien describió uno de los jardines de Guillermo como el más hermoso que había visto.

EMPRENDE GRANDES COSAS POR DIOS 

El lema de Guillermo Carey era: «Espera grandes cosas de Dios. Emprende grandes cosas por Dios.» El apóstol Pablo dijo lo mismo, en otras palabras: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» En nuestro siglo moderno Dios necesita muchos mensajeros valientes que lleven su Palabra al mundo. Todavía hay más de 4.000 idiomas que no tienen la Biblia; hay pueblos que no han escuchado el evangelio. Obedece la Comisión de Jesús de ir por todo el mundo a predicar el evangelio. ¡Emprende grandes cosas por Dios!

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