Historia: Dios sana a Raúl

 Dios sana a Raúl

El SEÑOR es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. Salmo 103:8 NVI


Un domingo, cuando los niños iban saliendo de sus salones  de clase de la escuela dominical,Raúl se trepó a una baranda para resbalarse por el pasamano. 
–No te subas allí –le dijo su amigo Humberto–. Tú sabes que la maestra nos ha prohibido hacerlo. 
–¡Qué me importa! –dijo Raúl–. No me va a pasar nada. 

RAÚL SE ACCIDENTA 

No le pasó nada en la primera resbalada ni en la segunda, pero en la tercera perdió el equilibrio, y ¡pum!  fue a dar al suelo.  
No fue una caída cualquiera, por que el pobre Raúl se hizo una grave herida en la cabeza. Sus amiguitos, al verlo tirado en el suelo sin poder moverse, comenzaron a gritar de angustia, y la maestra vino corriendo. 

VIAJE AL HOSPITAL 

Inmediatamente detuvieron un taxi y llevaron a Raúl al  hospital. Los médicos y las enfermeras se mostraron muy  preocupados al verlo. El médico que lo atendió dijo que la  curación de Raúl podría llevar mucho tiempo. La maestra, muy asustada, tuvo que ir a avisar al papá de su alumno. Antes de irse, compró unos chocolates para Raúl, pero él  estaba tan débil que no tuvo ganas de comerlos. 

EL PADRE DE RAÚL 

La mamá de Raúl había muerto, así que el papá vivía solo  con sus hijos. Él culpó a la maestra por el accidente. Ella  trató de explicarle que Raúl había sido desobediente, pero el  papá no quiso oír eso.  
El hospital quedaba lejos de la casa de Raúl. Como su  papá tenía que trabajar y cuidar a sus otros hijos, era difícil  para él visitar a Raúl. La maestra prometió hacerlo. 

LA MAESTRA ORA POR RAÚL 

Dos días después del accidente, la maestra fue a visitar a  su travieso alumno. De todo corazón pidió a Jesucristo que  lo sanara. 
«Señor Jesús –oró la maestra–.  Tú sabes que Raúl está muy enfermo y que su papá no puede visitar lo. Por favor, sana a Raúl.» 

SANIDAD Y UNA PROMESA 

Pasaron otros dos días y la maestra volvió al hospital. ¡Cuál no sería su sorpresa al ver a Raúl fuera de la cama, levantado, y andando! 
–¿Qué pasó, hijo? –preguntó la maestra, asombrada. 
–Jesús me sanó –respondió Raúl, sonriente–. Yo sabía que Él me iba a sanar.  
–Yo también lo sabía –le dijo la maestra, dándole un fuerte abrazo a su travieso alumno.  
Después, con mirada seria, dijo:  
–Prométeme que nunca más te resbalarás por el pasamano. –Lo prometo –respondió Raúl–. Ya le he pedido perdón al  Señor Jesús y le pido perdón a usted también. 

FELIZ REGRESO A CASA 

Fue un día feliz cuando Raúl salió del hospital. Su maestra  fue a buscarlo y lo llevó a casa. 
El papá de Raúl había estado preocupado por su hijo. ¡Qué  alegría para todos cuando Raúl estuvo de regreso!  Los hermanos de la iglesia hicieron una colecta para pagar  por los gastos del accidente. El papá de Raúl estaba muy  agradecido, especialmente a la maestra que trató con mucho  cariño a Raúl. 
Desde ese día Raúl no volvió a desobedecer a su maestra;  al contrario, se portó muy bien. A pocos meses del accidente,  ganó un premio por ser el niño más aplicado de la clase. 

DIOS ES BUENO 

Dios hizo este milagro en La Paz, Bolivia. Él puede hacer  milagros también en tu vida, dondequiera que te encuentres.  Aunque tú mismo seas la causa de una desgracia, Dios es  bueno y fiel. Dios es compasivo y lleno de amor. 
Pide al Señor que te ayude en cualquier necesidad que  tengas. ¡Para Dios no hay nada imposible! 

Imagen para colorear a Raúl


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